En el ámbito político, se llama así a las personas o partidos políticos que se disfrazan de oposición para apoyar, legitimar o desprestigiar, según se requiera, a un opositor político o gobernante.
También se le llama así a los periodistas o comunicadores que hablan a favor o en contra de algo o de alguien, contrariamente a veces de la opinión pública y casi siempre por encargo ($$$). A estos pseudoperiodistas también se les llama chayoteros.
En el ámbito bancario y empresarial, se le llama así a los funcionarios o accionistas que utilizan el puesto o el poder que les ha sido otorgado para intervenir y manipular injustamente las finanzas, tasas de interés, reglas o políticas de las entidades bancarias a favor de algún gobierno o socio capitalista.
Persona que en ciertos espectáculos se mezcla entre el público fingiendo ser parte de él para apoyar a los actores.
Persona que, en combinación con un vendedor ambulante, finge ser un cliente para animar a otros a comprar.
Persona mañosa y trinquetera que busca un beneficio personal a costa de lo que sea, actuando muchas veces en contra de sus principios y de sus valores morales, si es que los tiene.
Individuo que trabaja detrás de un ordenador para manipular, influir, crear noticias falsas, atacar o desprestigiar a algo o a alguien, etc. En México se les conoce como BOTS. Son a menudo contratados o reclutados por gobernantes y políticos, aunque también se ha sabido que el Vaticano los utiliza. Tenemos por ejemplo el caso de Rabasco, un bot español que se dedicaba a atacar a los grupos autoconsiderados remanentes católicos que no se quisieron someter a la falsa iglesia de Jorge Mario Bergoglio.